lunes, 16 de junio de 2008

LIBROS, TRANSBORDOS Y ALL-STAR

Nos habíamos propuesto pasar una tarde de domingo diferente, lejos de la desidia que suelen atraer dichas tardes y más aún cuando atacan el sueño acumulado o la resaca, y así fue. Despertó el día amenazando lluvia, así que presagiábamos una feria del libro pasada por agua, pero nada más lejos de la realidad al final acabamos pasando calorcito madrileño del bueno. Antes de adentrarnos en el maravilloso mundo de los libros, hicimos unas cuantas paraditas. La primera para comer en uno de esos restaurantes en los que se está tan a gusto y se come tan bien que siempre te vas con la intención de volver, la segunda en una tienda de deportes donde Potipoti se compró unas super all-star, la tercera para localizar el bar donde ponen los mejores mojitos de Madrid y la cuarta en una terracita cualquiera del centro para tomar un café con hielo por el módico precio de tres euros (muy rico, eso si...) y para que las zapatillas nuevas dejaran de serlo. Después llegamos al Retiro, aunque por los pelos por querer entrar de una forma un poco suicida cruzando una calle en vez de bajar por un túnel que no sabíamos que existía y por donde iba el resto del mundo (cosas que pasan por no visitar la feria desde que nos llevaron de excursión en octavo de E.G.B), allí se unió a nosotras J. el experto en finanzas y los tres nos dispusimos a recorrer el parque de arriba abajo y a hacer alguna buena adquisición, aunque a J le costó decidirse. Durante el paseo aprendimos:

- que cualquiera puede escribir un libro, no escribo nombres por que me da vergüenza ajena y porque no me da la gana que aparezcan en mi blog.

- que se puede escribir un libro sobre cualquier cosa y ponerle cualquier título como por ejemplo "Brad Pitt y Epi son la misma persona, y su padre es Superman", la verdad, no me importaría leerlo aunque solo sea por saber quien es la madre, según Potipoti es la Gallina Caponata.

- que un pesado detrás de un megáfono acaba con la paciencia de cualquiera.

- y que las all-star no son el calzado adecuado cuando puedes freír un huevo en el asfalto.

Por supuesto que no nos recorrimos los más de 360 puestos que había (pero nos faltó poco), en lugar de eso nos compramos un helado y nos tiramos en el césped a descansar y a relajarnos antes de regresar al subsuelo dispuestos a hacer los transbordos que hiciera falta (tres) con tal de llegar prontito a casa y terminar el domingo como Dios manda...en el sofá viendo la tele!! eso si, con un par de libros más, los pies recalentados y el firme propósito de bajar a Madrid bastante más a menudo.

3 comentarios:

Lilith dijo...

La madre es Batman, si no, a qué tanto taparse la cara...
Ay, cómo echo de menos la Feria del Libro, qué envidia!!!

Carol dijo...

Jaja pues también podría ser...se admiten apuestas!!
Yo creo que al final acabaré comprándome el libro...esta incertidumbre me está matando.

Lilith dijo...

Uy, pues me cuentas el final, porque yo he estado venga a darle vueltas esta noche...